Normalmente tanto a los hombres como a las mujeres se nos acostumbra a agrupar dependiendo nuestro estilo de vida: deportistas, fashionistas, ecologístas, etc.
Podemos dividirnos según este criterio pero, yo tengo mi propio modo de diferenciar a los distintos tipos de hombres según los he ido conociendo.
Dichos grupos serían:
- Ególatra: dícese por la persona que siente adoración por si misma. Esta clase de hombres, a su vez, son egoístas, chulos, machistas, vagos y prepotentes. Necesariamente no tienen porque ser guapos y/o atractivos, basta con que tengan confianza en sí mismos. El egoísmo y la chulería se entiende que formen parte de un ególatra ya que el quererse tanto implica no tener demasiado tiempo de querer a nadie más y alardear de su autoestima ya sea sólo con su caminar, su postura y su manera de hablar. Machistas porque, para empezar, nadie está a su altura, mucho menos una mujer que pueda estar a su nivel, son mujeriegos de por vida. Vagos porque el ocuparse de sí mismos resta tiempo para hacer nada más y prepotentes porque presumen de su persona más allá de todo. Esta clase de hombres nos atraen por su fachada de seguridad, por su pose de autoridad, de confianza y porque desprenden algo así como un aura de poder; nos atrae la idea de dominarlos, de hacer que caigan rendidos a nuestros pies, ya que parecen inaccesibles, duros, independientes. Nada más lejos de la realidad. Necesitan que se les esté todo el día calentando la oreja y terminan cansando de quererse tanto, es imposible llegar a llenarle como pareja porque jamás sabremos quererle como se quiere él mismo, a pesar de que nuestro amor, pueda ser mucho más sincero que el suyo propio, que acostumbra a estar cegado de tanta adoración. Aún así, enganchan, engañan con su actitud y saben ser unos tremendos caballeros en sus inicios; nos engrandece que nos vean al lado de tipos como este. A la larga pueden dejarnos sin nuestra confianza, nuestra autoestima y nuestro amor propio. Desquiciarnos, es poco. No os los aconsejo, de ninguna de las maneras. No, no.
- El Antisocial: ese que dice estar en contra del mundo, en contra del mundo porque él es más listo. No le gustan las aglomeraciones porque el pueblo sigue lo absurdo; él tiene un criterio musical, un humor al que no llegan los demás, un carácter déspota que disculpa por estar por encima del resto, es un incomprendido. Supuestamente inteligentes, bohemios, inadaptados, poco creyentes en nada religioso y en contra del compromiso. Esta clase de tipos son unos malditos mentirosos. Son antisociales porque son inaguantables sin más. Su inteligencia no es superior y por eso tiene gustos distintos, deberiamos pensar si no será que no entienden a la mayoría. Son incomprendidos porque no se puede entender su manera déspota de existir como si tuvieramos que dar gracias por estar en la tierra. Acostumbran a tener miedo a todo por no saber si estarán a la altura de las circunstancias, sobre todo, de la pareja. Son irritantes, lo saben todo, llegan a sacarte de quicio. Pero atraen, porque su manera de ser inconformistas, de lejos, les hace parecer diferentes y como también son difíciles de enamorar pues nos tiramos de lleno a conseguir imposibles que lo único que provocan en nosotras son más desconfianzas, cuando no tiene nada que ver; son sólo ellos, los capullos que acabarán sólos por inaguantables.
- El malo: poco que decir. El malo es, ha sido y será, el que siempre ha atraído a las chicas, sobre todo a las buenas, porque ¨las malas¨acostumbran a ser sus amigas. En realidad, podríamos creer que el malo encierra al ególatra y al antisocial cuando dista bastante. Al margen de las excepciones, que siempre las hay, estos tipos son sensibles, la maldad es todo apariencia, en cuanto a relaciones personales, es decir, una cosa es él contra el mundo y otra él con su entorno más cercano. Pueden llegar a tener problemas en casa, sí, pero eso lo que hace es unirles más a sus amigos, chica, etc. También nos gusta, su actitud chulesca, su reputación de chico rebelde ligada a rompe corazones, hay que dominarlo!; y lo hacemos. Son fáciles de enamorar porque lo que buscan es cariño y atención lejos de su personaje público.
- El fiestero: imposible hacer competencia a su novia por excelencia: la noche. Amigo de todo el mundo, hasta que deja de ser ante todo su amigo. Termina perdiéndose y confundiéndose con la oscuridad Ya no es como a los 15: el rey de las fiestas, a cierta edad, da más pena que otra cosa seguir con este adjetivo. Con muchos ya no hay nada que hacer, están demasiado...viciados?
- El ambicioso: que no es lo mismo que el currante. Este, se pasa día y noche trabajando, es lo importante en su vida y se olvida de sus relaciones personales. Normalmente tienen novia desde jovencito, novia que no pasa por las puertas ya que cuando sale con los amigos se desmelena y se lleva todo lo que encuentre por delante: alcohol, drogas, muejres; lógico, en parte, por su constante obsesión por se el número uno y sumar, sumar, sumar, que no hace más que provocarle infelicidad. Si triunfa, será un gilipollas inaguantable al que estaremos escuchando de por vida lo que le costó pero hizo, hasta llegar donde está; sino llega, un deprimido que a penas tendrá ganas de salir de casa; en la medida de lo justo...no he conocido a nadie conformista y ambicioso, ahí queda dicho.
- El amigo: compañero de noches, de fiestas, de lágrimas, de....cagaste. En algún momento estallará la bomba y se te caerá el mundo a los pies porque él es tu amigo y no puede hacerte eso; eso de decirte un día que te quiere. NO TE QUIERE, esta confundido, si es tu amigo, NO PUEDE JODERTE CON ESAS PALABRAS Y MANDAR AL CARAJO TU ESTABILIDAD EMOCIONAL, a quien vas a llamar ahora?; una putada porque sabemos que es la persona perfecta pero no para nosotras, no nos atrae fisicamente, más bien sexualmente; es educado, nos escucha, nos reímos con él, nos entiende...pero no tiene....sex-appel?!!!!
- El inalcanzable: ese que parece perfecto. Es guapo, trabajador, simpático, tiene muchos amigos, clase, educación, saber estar, una sonrisa de ensueño, un cuerpo danone y...una novia perfecta, a su altura vaya. He conocido a alguno, verdadermante existen, pero siempre han sido mis amigos, no acaban de atraerme físicamente aunque soy consciente de que es lo que me conviene. Hay pocos, muy pocos y están muy demandados.
- El cansino: es amigo, ante todo, sin lelgar a ser ¨tu gran amigo¨; pero un día crees que podría funcionar y te tiras a la piscina: cagaste. Él sí esta enamorado. Te cubre de mimos, cariño, atenciones, regalos...nos gusta, al principio y, es más, deseamos tener eso pero...con un malo, con un antisocial, un ególatra...pero el termina cansándonos; que pesadilla de hombre!!!, cuantas veces tiene que llamarnos?, dios si me regala más flores viviré en el jardín del edén y soy alérgica al polen!!! Lo peor de todo es: como le dejo?; como le digo que me he equivocado, que esto no va más, que no puede ser...; cuando él esta en la cresta de la ola, no puede ser más feliz, no quiere ver que la cosa no es equilibrada. Es una putada encontrarse en esta situación porque, es perfecto, para otras, para mí no, no con él, no en ese momento. No.
- El amor platónico, el imposible, el conformista: se que son demasiados adjetivos distintos entre sí pero, les une, que no terminarán siendo tuyos estos hombres. El platónico acostumbra a tenerse de muy jovencita, puede ser un amigo de tu hermano mayor, el camarero de un bar, un chico de otro grupo con el que te cruzas sólo en sitios concretos y momentos puntuales. Siempre le mrias y sonríes teniendo un gesto de complicidad por su parte de vuelta a ti. Pueden pasar años soñando con él y puede, que un día lo alcances y se te caiga el mundo al suelo por haber estado prendida tanto tiempo de un capullo similar, lo has engrandecido, idealizado y vaya cagada que has metido. Si no lo llegas a alanzar, será un sueño que te ayudará a creer el resto de tu vida que quizás...podría haber sido y, créeme, que no te falte ese quizás. El imposible ya sea porque se ha casado, porque se ha ido a vivir al otro lado del mundo, porque sus proyectos de futuro nada tienen que ver con los tuyos; sí, os amáis, pero chica, no tanto, sino estaríais juntos, eso de ¨nos amamos pero lo nuestro es imposible¨, desengáñate, no existe. El equivocado, dícese de aquél que presume de amarte con locura, saber que sin ti no hay expectativa, que se arrepentirá toda la vida de no haber aprovechado la oportunidad de tenerte, que sueña todas las noches contigo, con poderte disfrutar intímamente...cobarde. Se resume en una persona cobarde. Seguramente es cierto todo lo que siente por ti, pero su cobardía es mucho más fuerte; puede excusarla con estar haciendo lo debido, por estar en otra relación; puede excusarse con que te respeta, porque tú estás en otra relación; puede excusarse con un montón de estupideces que no son más que excusas porque es un cobarde. Y este, maldita sea la gracia, podría ser él. Podría ser él...aunque quizás, si llega a tener cojones, para ti se acaba la gracia...que jodidas somo nosotras también, eh!
Para mi estos son los hombres, según yo, básicamente.
He estado con, mínimo, uno de cada tipo de hombres y no sé que experiencia es peor. El hecho es que no he podido enamorarme de nadie normal, me cago en la puta.
Se aceptan opiniones y sobre todo...si tenéis algún amigo que no encaje en estos grupos, presentármelo!!!
Los Hombres son una basura (jajajajjaa)
A quien le interese:
Hombre: según la Real Academia Española
5. m. Individuo que tiene las cualidades consideradas varoniles por excelencia, como el valor y la firmeza. ¡Ese sí que es un hombre!
6. m. U., unido con algunos sustantivos por medio de la preposición de, para designar al que posee las cualidades o cosas significadas por tales sustantivos. Hombre de honor, de tesón, de valor
9. m. p. us. Juego de naipes semejante al tresillo, de origen español, que se extendió por Europa en el siglo XVI.
1. interj. U. para indicar sorpresa o asombro, o con un matiz conciliador. ¡Hombre, tú por aquí! ¡Hombre, no te enfades!
1. locs. verbs. desus. Quedar desbaratado un conjunto de personas o haber falta de unión entre ellas.
□ V.
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