Ahora mismo necesito desahogarme y me encantaría poder gritar a los cuatro vientos una mezcla de sensaciones y sentimientos que, algunos me corroen y otros me curan el veneno.
Pero vivimos en sociedad y gritar en el lugar que me encuentro resulta más bien, impensable.
He encontrado al hombre de mis sueños, eso esta de diez y, ahora mismo, es casi lo único que puedo tener en mente y, aún siendo tremendamente egoísta, quiero que entiendan mi estado de alegría, de no caber en mi misma y, sino aprobar, si respetar mis decisiones alocadas y algunas sin sentido.
Lo bueno es que estás decisiones no le afectan a él, él esta a salvo de cualquier imbecilidad que venga de mi parte, cae muy bien a la familia, de una vez que les ha conocido y, estoy segura, piensan y desean que me afecte en positivo a más de un nivel y en más de un sentido.
Bien pero, este estado de embriaguez diaria con la que estoy viviendo desde el día que me lo crucé por la red, no puede durar eternamente, no en el estado en el que me afecta ahora que no veo más allá de pasar tiempo con él, estar con él, disfrutar de él y con él; a lo que me refiero es que no puedo dejar de lado por mucho más tiempo decisiones que, creí haber tomado y que, como acostumbra a pasar, ahora se quedan o parecen quedarse en nada.
Hace nada, mi futuro estaba aquí, donde me encuentro ahora y de donde quiero salir corriendo para volver a España; siempre decía que pretendia venirme a vivir a Nueva York pero como conozco el destino porque ya me ha dado muchos, demasiados palos, nunca dejé que fuese una decisión 100% cerrada; esta claro que ahora debo agradecer ese momento de lucidez.
Él es de Madrid, yo de Barcelona...donde queda Nueva York aquí?
Mi futuro lo veo y quiero que sea con él; sé que el lugar no importa mientras estemos juntos pero no quita que a corto y medio plazo deba plantearme nuevas metas, nuevos horizontes y nuevos proyectos ya que los que tenía en mente alcanzar, el objetivo final de todos y cada uno de ellos se encontraba en Nueva York.
Sumemos que, sobre todo a medio plazo, las decisiones no las puedo, ni las quiero tomar sola; él forma parte de mi vida, es más, mi hijo y él, son ahora mi vida, con lo cual, no puedo decidir pensando en mi y de manera unilateral.
Segundo o tercero, ya no sé, aunque da igual el número porque lo cierto es que todas van de la mano...el orden podría ser más importante. Es más importante, sin lugar a dudas.
Decidido hay una cosa, por mi parte obviamente, porque este es el punto más importante y crítico, ya que dependiendo de él, vienen el resto de decisiones: quiero vivir con él. Y ahí volvemos al primer dilema: él es de Madrid.
Alquien deberá mudarse.
Pros de que me mude yo:
1. Él sigue en su ambiente.
2. Mantiene su trabajo.
3. No le aparto de su vida.
4. Estaré con él.
5. Pretendía mudarme, cambiamos Nueva York por la capital, aunque hace un par de años, pensé en irme a Madrid...eran otro momento (miré hasta casa! y colegio...pero fue hace un par de años)
6. Cambio de aires, eso lo buscaba desde hace rato.
7. Seremos él y yo, familia Hernan nada de nada.
Contras de que me mude yo:
1. Marcos. En su totalidad: él cuenta que somos dos pero, lo tendrá realmente presente?; contará que nuestro cambio será mayor?; el colegio, los amigos, la familia, su padre. Y a Marcos como le afectará tanto cambio de golpe?, no sólo el hecho de mudarnos que puede lo tuviera presente por mi manía de repetirle el tema de NY pero..a otra ciudad con otro hombre? nueva vida, nuevo todo con otro hombre?. Sí, me tiene a mi y eso es todo para él, hasta que se encuentre que le falta todo lo demás porqué, de habernos venido a Nueva York, comenzábamos los dos de cero, tenemos amigos pero nada más en la Gran Manzana pero en Madrid yo arranco con ventaja ante él. ¿Cómo le afectaría todo esto?
2. Negocio familiar. Realmente importante. En Nueva York seguía de algún modo ligada ya que aquí también estamos.
No cuento ni a la familia ni a los amigos porque, a pesar de ser importantes, sobre todo la familia, no me suponen un trauma, no sólo porque ya tenía la idea de mudarme sino porque la familia estará siempre y los amigos los que estén estarán, la vida ya me ha enseñado que cada cual va a la suya, sé que los míos, los buenos, siempre estarán. Los otros no me preocupan, si deben dejar de estarlo, que más da cuando.
A la familia la extrañaré, imagino que más de lo que puedo llegar a creer ahora mismo, si pensamos que aunque no quiera, estoy con ellos semana a semana, casi día a día, me ayudan con Marcos, me ayudan con todo, no puedo enumerar todo lo que me ayudan.
Pros de que se mude él:
Buf...mirándolo de mi lado, sólo veo que estaría conmigo y con Marcos y, aquí, volvemos a la contra de mudarme yo número 1.
Si hay más puntos a favor, deberá contármelos él.
Quizás uno sería que esta cerca de su hermana que vive en Barcelona.
1. Puedo meterme a full con el negocio familiar.
2. Marcos estaría en su ambiente y el único cambio sería aprender a vivir con un hombre en su entorno.
3. Estaríamos juntos.
Contras de que se mude él:
1. Su trabajo.
2. Sus hermanos y padres.
3. Sus amigos.
4. Su vida en general.
5. Mi deseo de migrar...sigue siendo tan necesario estando con él?
Así pues, necesito gritar porque se me juntan momentos de raciocinio y en estos momentos en los que se me enciende la luz me da miedo tratar de mirar demasiado lejos.
Alguien podría preguntarme porque tanta prisa, de verás es necesario tomar una decisión ya?
Sí, lamentablemente, aquí no hay medias tintas, la decisión debe ser tomada lo antes posible por varias razones:
1. La primera y más importante es que no quiero estar separada de él. Llamarme egoísta, posesiva, lo que sea; estoy totalmente segura de mis sentimientos hacia él y esta semana que he estado separada de él a tantos kilómetros de distancia he tenido más claro todavía que en él he encontrado una razón para vivir; Sé que suena demasiado transcendental pero es así, lo siento dentro, le quiero con locura. Le extraño horrores. Me gusta su compañía, me divierto a su lado, puedo ser yo misma, me transmite total confianza y quiero comenzar a crear mi mañana a su lado, con lo cual, el teléfono, los aviones y los kilómetros que nos separan se me traducen en muros que saltar.
Además...no puedo estar sin él.
2. Si no tomó esa decisión no puedo tomar a penas casi ninguna otra...ya que una necesita de la primera para tomar cuerpo y llevarse a cabo.
Así que tras este momento de lucidez, entenderéis que necesite gritar a los cuatro vientos; no todo puede ser perfecto...le he encontrado sí, sé que estoy comenzando a vivir una nueva vida con el hombre de mis sueños pero no podía ser todo tan fácil.
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