Esta semana pasada en Nueva York viví una ¨historia de amor¨ corta, en realidad, muy corta; la verdad es que se le podría dar otro nombre que no fuera ¨Short Love Story, quizás: ¨Idilio en la Gran Manzana¨; ¨sexo sin compromiso¨, ¨visto y no visto¨, ¨sin riesgo¨....pero realmente me atrae más el nombre que le he dado porque lo que sentí podría clasificarse como un amor de verano, es decir, quien no recuerda ese verano, en el que conoció a alguien especial y durante un período corto esa persona se conviritó en todo?!, aún siendo conscientes de que esa atracción, relación, unión, esta destinada a acabar, ni mal, ni bien, solo acabar.
Es probable que, por esa seguridad inconsciente de que no irá a más , te dejas llevar, te desinhibes mucho más que con otras personas; dejas de lado la vergüenza, te atreves a fantasear, a disfruta de situaciones que, en otros momentos, sino impensables, sí de dudable reacción.
Esta semana que viajé es lo que viví.
Conocí a un chico en el avión que me llevaba al otro lado del charco en la zona de los baños; a penas le había visto antes de ese momento ya fuese en la terminal, embarcando o acomodándose en su asiento; tampoco volví a verle tras cruzar unas simples palabras mientras volábamos los cielos. Una vez en tierra se me acercó en la calle mientras yo fumaba un cigarrito y esperaba que me vinieran a buscar los del transfer del hotel; él se marchaba en taxi así que se quedó simplemente para hablar conmigo. Me dió su tarjeta ya que yo no llevaba encima y qudé en enviarle un sms y, bueno, así quedamos. Lo hice nada más subir a la furgo, no sé porque tanta prsa, normalmente me guardo las tarjetas de visita y en ocasiones las veo semanas o meses después.
Tras un par de inocentes sms, alguno que otro más osado, por mi parte, invitándolo a acompañarme a cenar el martes con mi madre y un amigo, día que no pudo por trabajo y repitiendo mi invitación para otro día , no tuvimos más trato, exactamente, hasta esa noche del jueves.
Y todo se dió de manera natural; se involucró en las conversaciones de tres personas descnocidas como si las conociera de hacía tiempo; íntimo conmigo, durante la cena, sin importar quien nos acompañara, con total naturalida y, lo más sorprendete es, que yo le respondí, cogiéndole la mano que él apoyaba y deslizaba suavemente por mis rodillas, por mis muslos.
Cuando salia del baño para irnos a un bar, me estaba esperando con mi abrigo, que me ayudó a ponérmelo y me buscó para besarme, no me quedó otra que recharzarle, los anuncions de la televisión engañan y yo acababa de retocarme los labios con un color rojo vivo que hubiera delatado cualquiera de nuestros escarceos incluso a un invidente.
La noche siguió entre risas, copas, conversaciones y más acercamientos.
Acabamos en su hotel, practicando sexo sin pudor...y para que engañarnos, sin protección, yo había presumido de no acabar la primera noche en la cama de nadie y me enorgullece de ser así y él había presumido de no mantener relaciones sin protección; ambos faltamos a nuestra palabra, al menos, esa noche. Me pidió que durmiera a su lado pero, a pesar de que sí quería, mi madre estaba en el hotel y no me veía capaz de no aparecer por mi habitación, respeto lo llamo yo.
Pocas horas nos separaron hasta volver a vernos; el sábado dejé de hacer lo que se suponía había ido a hacer a Nueva York y me encontré con él a las 13 horas más o menos; nos despedimos a media noche.
Durante ese rato juntos disfrutamos de un partido de fútbol (barça-Getafe en un bar peña del FCB de NY, agarrate jajaj), conocimos buena gente, nos comportamos como si nuestra historia viniera de más lejos sin pretender actuar, simplemente, se dió así. Comimos, nos fuimos a su hotel, hablamos, bebimos vino, nos dejamos llevar y volvimos a intimar, en tres ocasiones para ser exactos; ninguna de ellas fue buscada en el más puro significado de la palabra, todo lo contrario, miramos tele, mirábamos nuestras compus, nuestros perfiles de facebook, nos mostrábamos tonterías como canciones y nos íbamos acercando, de repente surgía. Calentando la cena...nos calentamos de nuevo. Y mientras descansábamos después de comer algo, tumbados en la cama, nos volvimos a unir. Pero en todo momento, cada paso que dabámos, cada palabra que decíamos, cada situaciones que se producía era natural. Extraño.
Ya estoy en Barcelona, desde el lunes y, como ya sabíamos, eso se esfumó.
Él es catalán, es decir, vuelve esta semana pero no sé que sucederá.
La magia que teníamos allí donde nos conocímos, allí donde nos dejamos llegar dudo que nos acompañe en nuestros días rutinarios; sí hemos hablado estos días atrás, sí se ha dicho, medio dicho a decir verdad que puede haber otro encuentro pero no se ha asegurado nada.
Historias para no dormir.
¿Qué si quiero volver a verle?, sí, imagino que me gustaría.
¿Si lo volveré a ver?...right now, it was only a ¨short love story¨.
Este vídeo siempre me hizo sentir algo especial, creo que no he visto ninguno otro y mira que he visto, que me despertará lo mismo: DO YOU REMEMBER?, Phill Collins.
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