26 De Diciembre

Esta lloviendo en Barcelona.

No deja de ser curioso; ayer, 25  de Diciembre, hizo un día realmente hermoso, sin embargo, el 24 no dejo de llover ni un segundo, las nubes ni siquiera nos dieron un respiro y sumieron el dia en una continua noche.

Ahora vuelve a llover, con bastante fuerza, despues de haber estado el sol todo dia de Navidad, dejandonos tenerle como acompaniante.

No han sido deprimentes estas fiestas, bueno, no lo estan siendo, de momento y mira que, creo que incluso he estado expectante, esperando que llegara ese momento...ese en el que me derrumbo ; pero no llegaba, es mas, incluso me sorprendio darme cuenta de que cuando debia vestirme para ir a la cena de Noche Buena con mi familia, senti algo de nervios, casi euforia...raro, muy raro.

La cena estuvo bien; seguia sin sentir el pecho oprimido, los ojos no me ardian por momentos, no deseaba estar en otro lugar, no me importaba estar cenando con los mios.

Cuando llegue a casa, con mi hijo, le adelante un regalo y me senti totalmente unida y agradecida, de estar con el. Su carita, con esa sonrisa, sus nervios, sus historias, sus premoniciones de lo que encontraria bajo el arbol, sus palabras de buenas noches, sus besos...de nuevo su sonrisa.

Espere, haciendo lo de mi madre, a que se durmiera y cuando me toco comprobar que realmente estuviera descansando por completo,asi como otros años ese momento de hacer de Santa Claus me dejaba mas deprimida si cabe, de lo que las fiestas en si me dejaban...ayer no senti nada; nada que no fuera ilusion por colocarlo lo mas vistoso posible a la vista, algo de decepcion porque no me llegaron unos regalos pero, en suma, motivada.

Cuando nos hemos despertado a las 5:30 de la madrugada, tiene tela, el abrir los regalos se ha convertido en un momento de verdadera cercania con mi hijo; con 10 anios cumplidos, es todo un hombrecito; elegia un paquete lo abria, lo miraba, lo estudiaba, lo comentabamos...todo con calma, sin prisas; una hora larga hemos estado con los regalos, regalos mutuos porque el, con la ayuda de Natty, me ha sorprendido regalandome un calendario de pared, hoja por mes, con fotos nuestras, me ha encantado, no me esperaba nada, menos eso.

Hemos preparado el desayuno y, sin tele (novedad), hemos desayunado, tambien sin prisas, hablando y leyendo uno de los libros nuevos mientras lo comentabamos.

Llegado el momento de estrenar algun video juego, yo aprovechaba para arreglarle los regalos.

Ha venido mi padre, ha paseado a los perros y ha vuelto a su casa a esperarnos a todos.

Nosotros hemos llegado tarde, como de costumbre, ya estaban todos, ya lo habian abierto todo...faltaban nuestros regalitos.

Tambien en esta ocasion me he sentido bien, cero tristeza.

La comida mi hijo la ha disfrutado con su padre y mis padres y mi hermano me preguntaron, insistiendo, si iria a comer con ellos a casa de mi bro, con la familia de Blanca, no he ido; no pretendia molestar a nadie, ademas de que me encontraba bastante mal con el flemon y las anginas, el dia 25 lo tengo asumido para mi, para mi y....entonces habia un y.

Sabia que cuando me encotrara sola, sin presiones, sin esperar a nadie, seria el momento en que me dejaria llevar por esas emociones que no habian hecho acto de presencia aun...y han seguido sin aparecer.

Son las 2 y cuarto de la madrugada del dia 26 de diciembre y sigo sin necesidad, sin ganas, sorprendida, de no sentir ni un abismo de tristeza, como venia siendo habitual en estas fechas.

No he extraniado, no he tenido deseos ni necesidad de agarrar mi movil y escribir o esperar recibir un mensaje.

Mi hijo duerme, mis perros duermen, uno de ellos ronca como un cerdo y yo estoy en el ordenador aun sorprendida, mientras escribo, que la depresion no me ha hecho compania estos ultimos dias...y mientras escribo, leo, lo que un amigo me va ralatando por el messenger.

Estoy bien, me duele la boca horrores pero por lo demas, estoy bien.

Raro, muy raro.

Y sigue lloviendo.