Desde siempre he tenido la suerte de poder viajar; no recuerdo ningún año de mi vida sin haber realizado como mínimo, un viaje en avión. Nacionales e internacionales, he podido conocer un antes y un después en ser un viajero y, también, he conocido el antes y el después de los trabajadores de las aerolíneas.
Así pues, me considero totalmente preparada y en disposición de realizar un post similar.
Antes y cuando digo antes me refiero a remontarnos unos 10 años atrás en el tiempo; cuando compraba un billete de avión y me disponía a realizar un viaje, habían una serie de cosas en las que no debía perder tiempo en pensarlas, dedicarles esfuerzos y, más que recordarlas, ahora debo obligarme a saberlas y cumplirlas.
Cositas tipo:
1. Comer fuerte: si se trata de un viaje de una durada considerable o llevar encima una bolsita con comida y refrigerios, eso sí, comprando los refrigerios una vez pasada la máquina de metales, ya que en los aviones, a día de hoy, no te dan ni un triste vaso de agua si no lo pagas y, sobra decir que un café en las alturas, tiene un suplemento de cojones.
2. La maleta: y no me refiero a saber lo que te llevas, aunque en algunas cosas también, sino a su peso, forma y medida. Ahora, incluso si haces un viaje en el que debes cruzar el océano y para estar un mes fuera de casa, no puede exceder de 23 kg, si llevas dos maletas en turista, tienes que pagar una auque se trate del típico neceser de nuestras madres, que es menos caro que pagar sobre peso, lo cual no significa que sea barato, para muestra un botón: hace un mes viajamos a Nueva York y pagamos la inocentada de no saber esta nueva norma de las compañías aéreas y, por el dichoso necesér de mi madre nos hicieron pagar nada menos que 50 euros, ahí es nada. Eso, o al pasar por la máquina de metales nos hubieran dejado el necesér vacío al tratarse de botellas y demás que superaban los 50 ml.
¿Alquien sabe donde van a parar todos los productos de aseo que nos requisan los guardianes de los scanners?; yo creo que les habrá bajado mucho los gastos en esa clase de productos.
3. Antes sólo había una opción para tener el billete y era ir personalmente a la ventanilla de la compañía en el aeropuerto; ahora tienes la opción de Internet que supuestamente, está para facilitar la ida tanto a la compañía como al pasajero pero, en la práctica, nada que ver. Hay que leer muy bien la letra pequeña, sobre todo con las compañías de bajos costes porque, bajarán el precio del billete pero tienen más cara que espalda, sobre todo Vueling, pionera en ¨La Letra pequeña de doble sentido y con unamalaostiaquetecagas¨ y así, del tirón, ellos tienen la patente.
4. Por último pero lo más importante y lo que da nombre a esta entrada: l@s azafat@s. Se suponía que años atrás las personas que viajaban pagaban por una serie de servicios que no se decían pero se sobre entendían a la hora de adquirir el billete; no todos eran igual de afortunados y podían darse el lujo de conocer mundo; con las compañías de bajo coste, Internet, UE, etc...esto de los servicios se lo pasan por los huevos; tu pagas un billete de avión y punto, en esa compra no entra el equipaje, la delicatessen a bordo y muchísimo menos, el buen trato. Para eso paga un billete de primera o cómprate un jet privado.
Tal cual, algo me dice que en los estudios que deban realizar los trabajadores de las compañías aéreas, una de las asignaturas debe ser: ¨La mala leche: teoría y práctica¨.
Parecería que te están perdonando la vida cuando te acercas a las ventanillas; últimamente que vuelvo a viajar de seguido, he ido adquiriendo un master en el trato con esta especie, por desgracia, demasiado extendida ya. Y deben dar créditos extra en esta asignatura porque todos y cada uno de ellos se la trae más que aprendida.
Cuando me voy acercando a la ventanilla, sobre todo de vueling, ya se sabe, bajo coste y tal; noto que mi pulso se acelera y comienza a caerme el sudor, mi cabeza va a mil pasándome preguntas, dudas, palabras para tratar de tranquilizarme y, para que mentir, un sinfín de adjetivos nada bonitos para aquellos que me esperan allí, en la ventanilla.
Mi cabeza: habré pagado por el equipaje?....no claro! como voy a pagar si esta maleta que llevo se puede subir al avión...ya pero ¨cumplirá las normas de la compañía? entrará en ¨la máquina de la verdad de las maletas¨; he cogido el shampoo que compré especialmente para viajes cortos que cumple con los requisitos actuales de sólo 50 ml?; he puesto el cortauñas o ya me corte las uñas? me he traido en tentenpie? espero que me puedan dar pasillo aunque...no sé si pedirlo, ese tiene aún más cara de pocos amigos que el de la semana pasada...dios, ya me toca...
Yo: buenas, a Madrid...esto discúlpe, podría ser ventanilla o pasillo?, si no va muy lleno, si se puede, claro, si no es molestia, ya sabe, si puede ser sólo.
Azaf@: el avión va lleno, la próxima vez que quiera elegir asiento haga check in on line.
*Puntualización: a las palabras le acompañan una cara de ¨unamalaostiaquetecagas¨, ni una sola mirada directa, todo lo dice de memoria y sin dejar de teclear.
Azafat@: lleva equipaje de mano? puede enseñármelo? póganlo encima de la cinta para pesarlo. Que sepa que supera el límite establecido por 50 gr, la próxima vez no podré dejarla subir a bordo. Y, aunque yo le dejaría por esta única vez, creo que no supera las medidas establecidas por la compañía, puede probar si entra?
Mi cabeza: Dios no!¨La máquina de la verdad de las maletas¨!!! el tipo de la tienda me dijo que esta cumplía las normas para subirla a bordo pero creo que no la voy a conseguir meter en ese huequito de mierda, porque me habré traido las 4 botellitas del aseo personal! me hubiera aorrado la bronca por los 50 gr de más y fijo que po r su culpa no cabrá en la máquina...(sudores fríos).
Azafat@: bien, la próxima vez asegúrese de levar el peso exacto, asiento 24B, el embarque será a las 18:00, miré las pantallas para saber el número de puerta.
Yo: gracias, esto..aún no se sabe la puerta de embarque? pero...salimos en hora, no?
Azafat@: sí, el vuelo va a su hora.
Yo: entonces como es que no hay puerta de embarque si embarcamos en 40 minutos.
Lo que tienen las compañías low cost, hasta el último momento no se sabe que puerta queda más a tomar por .... para joder más al pasajero.
A la hora de subir al avión, teniendo que caminar 15 km para llegar a la puerta de embarque notificada dos minutos antes de la hora señalada y, por supuesto, debes ser puntual; pero cuando llegas ya están diciendo eso de ¨última llamada para los pasajeros con el vuelo destino a Madrid de ueling de las 18 horas, por favor, dirijanse a la puerta fin del mundo o nos iremos sin usted por listo¨
Cuando estás a punto de llegar a la altura de la puerta, ves que el mismo azafat@ que te atendió en la ventanilla de antes está mirando los billetes; yo particularmente pienso que para que vuelve a revisar mi documento de identidad si hace a penas unos minutos ya lo estudió y luego caigo en la cuenta de que, más allá de la asignatura ¨Mala leche: teoría y práctica¨ poco deben enseñarles, ya que ahora ni te sirven un delicatessen y hay vídeos demostrativos de como ponerte un chaleco salvavida.
Los azafat@s de abordo tienen una asignatura distinta aunque familiar: ¨Tener más mala leche que los azafat@a de tierra: teoría, práctica y más práctica¨ y de refuero ¨Como ser un verdadera hijodetuputamadre¨, también así, del tirón, también lo tiene patentado.
Además los que te acompañan durante el vuelo son mucho peores, te das cuenta al entrar, ya que te saludan con una sonrisa pero en el fondo te están diciendo: ¨cuando cerremos la puerta sois todos nuestros¨ y les acompaña esa risita maléfica que a mi, personalmente, me acojona hasta recordarla.
A veces, ahora, yo me lo pienso muy mucho antes de decidirme a coger un avión, he llegado a tener pesadillas con esta especie que no hace más que crecer y crecer y también su mala leche, se multiplican por momentos.
Hablando ya más a grosso modo, no sólo de Vueling, con la que tengo algo personal, diré que las compañías de bajo coste acaban siendo más caras que las otras como tengas cuidado y te leas detenidamente absolutamente toda la letra grande y pequeña de sus mails, téminos, condiciones bla, bla, bla; por no mencionar la pérdida de cabello por lo estresante de tratar con ellas ya sea personal, telefónica o digitalmente.
Soy de las que opina que hay veces que vale la pena pagar un poco más por cierta seguridad y, sobre todo, un buen trato pero en el caso de viajar: ¨no debería cualquier persona que se dedique al trato directo tener unas normas básicas de conduta y atención, dejando al margen que lo haga con una sonrisa o no, pero con educación ante todo?
Post relacionados de amigos bloggeros y algunas webs:
8. Azafata de altos vuelos (aqui al menos se supone el trato será excelente)
2 motivos para comentar:
No estoy del todo de acuerdo con lo que comentas. Las compañías de vuelos baratos no siempre funcionan tan mal como tú dices. Simplemente tienes que saber mejor que nadie las normas por las que se rigen y respetarlas. Ellos avisan...
Buenas Carlos;
La letra pequeña existe en todas las empresas y sí, todos deberíamos conocerlas siempre pero no es así, de todas maneras, Vueling es el caso más grosso en cuanto a problemas con el cliente y eso es 100% verdad, no así el resto de compañías de vuelos baratos.
Aún así, concretamente l@s azafat@s, vienen con letra pequeña?
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