Estoy preocupada por él, por nosotros. Seguramente mi cabeza esta actuando como abogado del diablo pero es una realidad a la que me enfrento, nos enfrentamos.
De estar sólo, soltero, yendo y viniendo, entrando y saliendo, sin preocupaciones, sin responsabilidades, viviendo el presente, sin ataduras, de fiesta en fiesta, durmiendo hasta que se te antoja levantarte, descansando, vagueando, disfrutando de no hacer nada, ni tener nada que hacer. Volviendo a salir sin saber si hoy entrarás...mírate: de estar sólo a vivir con novia, un hijo que no es tuyo y dos perros, trabajando en un nuevo lugar, con nuevos compañeros y siendo el último en llegar cuando antes eras de los veteranos, encima tercermundista; con un hijo en camino que detiene las fiestas, más si cabe que una pareja y con mayores responsabilidades. Viviendo alejado de lo tuyo, de los tuyos. ¿Cómo no preocuparme?
Sé que me quiere pero son tantos los cambios, tanto a lo que ha renunciado; no sé como darle de todo para que no extrañe de nada.
Luego me veo explicándole mis problemas de familia o jilipoyeces varias y me veo recordándome a mi misma que él no me cuenta nada, si añora, si se arrepiente, si tiene dudas, si tiene algún problema, porque ni siquiera sé si tiene problemas. Para él siempre parece todo tan sencillo, tan fácil...
Luego están mis celos; me siento recelosa por perderle, mis inseguridades se hacen palpables y verme embarazada me hace sentir menos atractiva para él y pienso que mi cuerpo no es el de antes, aunque los cambios estén siendo hermosos, no soy la de antes. Y sólo acaba de empezar.
Si me habla de una ex me altero, si pasa una linda chica por nuestro lado, la envidio; cuando escucho que nuestros amigos/conocidos salen, beben y tienen planes que él antes tenía y ha dejado de tener por mi causa, me entristezco y vuelven a aparecer las dudas, los miedos.
Y además, soy el doble de masoca; ayer cotilleé perfiles de Facebook de su entorno: amigos, amigas, ex rollos, ex líos, la ex no la encontré, al parecer han dejado de ser amigos en la red social por excelencia y eso, también me hace pensar si ha sido él o ella, de haber sido él, no me gustaría que lo hubiera hecho por mi, de haber sido ella no me gustaría que a él le supiera mal y, ante todo, me sabría mal que él no hiciera nada para solucionarlo, por mi.
Veo que sus líos pasados siguen de joda y me pregunto si esa vida no hubiera sido mejor para él; sino estará extrañando todo aquello, a ellas, a alguna, a lo que representaban esos rollos: cero ataduras, cero responsabilidades, sexo desenfrenado y libertad absoluta.
Me atormenta no ser lo suficiente para él; que nuestro momento actual le supere, le ahogue, le hunda.
Mi vida también ha cambiado en 180 grados pero yo ya tenía un hijo, dos perros, responsabilidades, ataduras. Era libre hasta cierto punto, hasta una línea invisible que me marcaba yo por lo que llevaba detrás. No extraño las fiestas, los posibles rollos, la ¨libertad¨ de la que dsifrutaba, no la extraño.
Le veo con mi hijo, con los perros, con nuestro día a día y realmente me pregunto si de verdad será todo tan fácil como parece. Ha asumido el papel a todos los efectos de todos los roles que le ha tocado vivir a mi lado: pasea a los perros incluso cuando es tarde y esta cansado; juega con el niño, le sermonea y regaña cuando toca. No sale, no bebe, no nada, nada de lo que hacía antes.
De verás...¿cómo no estar preocupada? ¿cómo no tener miedo de que esto le supere? ¿cómo no pensar en que añora algo de lo de antes?...¿cómo hacer para darle todo y que no extrañe nada?
2 motivos para comentar:
posiblemente haya encontrado en ti lo que buscaba lo que no tenia. Es divertido salir pero debe llenar más tenerte.
Gracias por tus palabras. Espero que sea así...hablando con él, eso dijo y dijo más...me dejó tranquila y más segura de todo...pero los miedos no se van tan fácilmente.
Saludos
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