Domingo noche

Aló.

Sí te he llamado, pensé que quizás no lo hacías por no tener crédito pero puede que me equivocara en mi conclusión.

No sé si recibiste los sms, imagino que en aquél que me bautizaba como estúpida sí llegó a ti porque fue en ese momento en que me di cuenta de que los dos anteriores estaban mal enviados, respondía a tu única llamada perdida del viernes sin acordarme que tus llamadas entran sin el 9 marcado, número necesario para que yo desde España establezca comunicación contigo, ya sea vía sms o llamada.
Cuando me llamaste el viernes por la tarde (mi tarde), estaba tiradísima en la cama haciendo una siesta, salí el jueves, cosa que imagino sabrás, por mi sms de las 6 pasadas de la mañana, en el que sólo me aventuré a decir "hola".
Cuando me levanté de mi siestecilla y miré el móvil allá a las 9 de la noche es cuando vi que me habías llamado, te envíe un sms, ayer otro y ha sido hoy cuando he reaccionado y he visto que era estúpida.

Más estúpida aún cuando te he llamado pensando que podría ser que no tuvieras crédito, te he llamado y no has contestado.

No.
No me siento estúpida por el sms de en medio, ese en que te digo de vernos.
No me siento estúpida porque me apetece.
No me siento estúpida porque lo necesito.
No me siento estúpida porque cualquier reacción que tenga hacia ti, ya no me sorprende.
No me siento estúpida porque sé que a pesar de todo, tú no me juzgas por estas locuras.
No me siento estúpida porque sé que podría pasarte a ti.
No me siento estúpida aún recordando que te dije que no me gustaba en lo que te habías convertido; a mi no me afecta lo que seas, no vivo a tu lado, sólo te tengo, si es que te tengo alguna vez, por períodos muy cortos de tiempo.

No me importa el después, siempre pensé en el mañana estando contigo y durante los primeros años de esta historia inclasificable y jamás por mucho que lo intentara y sabes que lo intenté, llegué a ninguna conclusión. Decidiera lo que decidiera, siempre quedaba en nada porque siempre llegaba a donde ahora estoy, queriendo verte, pidiendo verte, esperando que sea así.

Que más da ya todo lo demás.
Que más da que no exista adjetivo que te describa, que me describa en cuanto a ti, ni que describa esto que vivimos.
Que más da que se califique estas acciones de locura, a mi me aportan cierta cordura durante las mismas.
Que más da que estas locuras deban esconderse detrás de mentiras para el resto de los ojos que nos miran, no creo que ninguno de los dos viva esa mentira; me gusta creer que vivimos nuestra realidad más íntima e imposible.
Que más da ya todo y todos los demás.

Sí quiero verte.
Sí, necesito verte.
Sí, a pesar de todo, es así.

¿Por qué ahora?; y....¿por qué no?

La última vez pasó un año lo sé, tú mejor que nadie sabes que sucede entre nosotros; ahora, mañana, dentro de un año. Yo quiero verte ahora. No significa que dentro de un año no quiera igual, sólo significa eso, que ahora necesito verte.

San