Ya se sabe que la historia cambia según quien la cuente.
Las autobiografías siempre me han parecido algo subjetivas, es decir, cuando una persona habla de si misma, no nos puede resultar extraño que, dentro de las ¨maldades¨ que pueda llegar a contarnos, tratará en la medida de lo posible, suvizarlas al máximo.
Cuantos libros se han hecho famosos por tratarse de autobiografías de chicas que han estado dedicándose a la prostitución, de jóvenes con anorexia, con problemas no resueltos, etc.; en, al menos los que yo he leído, y puedo decir que he leído bastantes, siempre hay una causa mayor, algo que les empuja a hacer o dejar de hacer ¨eso¨ que le ha dado la oportunidad de escribir un libro. Nadie reconoce abiertamente que, simplemente, en ese momento, eligió ese camino porque le resultaba lo más sencillo, lo más cómodo, lo que le apetecía hacer. Y digo yo...siempre hay que echar las culpas a terceros?
Oriol Regás, personaje de la vida nocturna de Barcelona y con fama que traspasa las fronteras catalanas, ha sido, al parecer, una figura con suficiente pasado (ya que presente no le queda ninguno), como para redactar, lo que según él, es su autobiografía.
Cierto es que no me he molestado ha leerla en su totalidad, porque no me interesa, porque me aprece que ya he escuchado demasiadas leyendas urbanas al respecto de este señor, porque no me resulta tan interesante. Pero, sí he querido ver por mis propios ojos hasta donde llegaba su sinceridad en estas hojas donde, se supone, a escrito su biografía.
Pues bien, debo decir, así a voz de pronto, que de momento yo ya encontré alguna mentira, para nada insignificante en sus memorias; podría disculparle por pensar que su edad le ayuda a tener fallos de memoria pero no se merece ni ese detalle.
En su libro que no pienso dar el nombre porque bastante publicidad le estoy dando ya, en el capítulo titulado ¨Las Noches de las Vanidades¨ en el punto que el titula: ¨La Trastienda¨, página 410 para ser más exactos, hay que corregirle al señor en cuestión.
Ahí donde dice que vendió el 40% de las acciones de la discoteca Up&Down a un tal señor M.H. y que fue este el culpable y el que decidió no pagar los sueldos a los empleados de la empresa, probocando huelgas, sentadas en la puerta de la discoteca y movilizaciones; en este punto concreto, sñor mío, debe reconocer, admitir y declarar que, no ha cometido un error, ha mentido de manera descarada y, si dependiera de mi, no le dejaría marcharse de rositas.
Este señor al que usted señala con el dedo (muy macho, por cierto, poner su nombre sin autorización ni envío del ejemplar para que quedara constancia de sus mentiras, pero al menos, dando la cara), para nada hizo lo que usted tranquilamente escribe en su autobiografía; obviamente es escrita por usted, porque una persona objetiva y sincera, jamás habría tenido la cara dura de escribir esas líneas.
Usted, como bien se sabe y, si no se lo dicen sus seres cercanos es que no le quieren bien, era un genio creando, pero su genialidad no era consecuente a la hora de gestionar nada.
Sin ir más lejos, la empresa Grari S.A, la declaró en suspensión de pagos por su mala cabeza, si tenemos en cuenta que tenía a su amante, D. F., trabajando como Relaciones Públicas y su sueldo, por aquel entonces, era de 1 Millón de las antiguas pesetas, sin contar que su vestuario se renovaba, como aquel que dice, dos veces por noche y entraba como gastos de empresa. No dejaremos de decir que, como es de suponer, la Sra. en cuestión no vestía modelitos de Zara (sin menospreciar la marca de la que yo visto muy orgullosamente).
Sé más ejemplos porque viví en primera persona toda esa época de la que habla el Regás (para nada Señor), de las huelgas y su buen hacer intentado pagar a los empleados, es más, consiguiendo que se les pagará; dejate de joder Regás, pasó el momento de hacerte el héroe, llevaste a la ruina Grari, el Sr. M.H, como buen amigo y mejor persona de negocios te echó un cable y tu se lo agradeciste comiéndole el coco a los empleados, creando a sus espaldas un montón de rumores falsos y más, podría decir mucho más; pero no contento con todo lo que ya hiciste que no te dejará ir al cielo por cabrón, ahora pretendes hacer creer a los lectores que se molesten en leer tus mentiras que el buen samaritano eras tú?!
LAS PELOTAS, ladrón, derrochón y mentiroso, además de un trepa h.d.l.g.p.
Puede que, por aquel entonces, no pudiera expresarme, pero al menos hoy, no me quedaré callada ni te dejaré que hagas impunemente, lo que se te antoje, mucho menos cuando sigas mientiendo y tratando de ponerte las medallas que para nada, te corresponden.
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