Lo siento pero no puedo.
Lo intento pero me supera.
Intento hacer que no me afecte, que no me duela, que no me incomode, que no le envidie incluso, que no haga sentir impotente, que no me haga sentir que mi hijo no es lo primero pero...no puedo.
Lo siento, lo intento pero no puedo.
He vuetlo a discutir con el padre de mi hijo, es muy común entre nosotros.
Nos llevamos de maravilla, siempre que yo no critique, no juzgue, no pida, permita, me haga la roda, ciega y muda en lo que se refiere a su vida y la nuestra.
Nos separamos cuando el niño no había cumplido aún 2 años, quizás ni llegaba a los 18 meses.
La cosa ya se arrastraba, en ese momento tenía entre manos el juego y las drogas.
Yo era fiestera pero debí elegir y elegí a mi hijo. De igual modo cabe recalcar que era fiestera ocasional pero, nosotros, los fiesteros ocasionales, siempre corremos el riesgo de ir a más y en esas, nuestras fiestas ocasionales, no tenemos control porque las excusas del tipo "por una vez que salgo", "por una vez que tomo" "por una vez que....me lo merezco".
Pero él nunca pudo deshacerse de esas fiestas ocasionales, su cuerpo se lo pedí semana sí semana también y la semana que descansaba a la siguiente la fiesta duraba un día más. Y para poder mantener ese ritmo comenzó a vender y tener la merca en casa, me horrorizaba, solo pensaba en cuando el niño comenzará a gatear, caminar, tener curiosidad por abrir, mirar, probar....buf, ni de coña.
Además, se sumo las tragaperras que le llevaron a cger dinero de la cuenta conjunta y permitir que no llegáramos a fin de mes.
Tuvimos el niño jóvenes, él más que yo, yo me quedé embarazada con 22 y él tenía 17, por mucho que busque excusas para disculparme por haberme fijado en él diciendo que su entorno era de mi edad, su vida era más adulta que la mía, etc...la realidad es que pese a todo, seguía teniendo 17 años.
Así que lo dejé.
Durante los 3 siguientes años, creo recordar, tengo una memoria de elefante pero hay secuencias que me las resumo demasiado, pero vamos, si quisiera exactitud, sólo debería dirigirme a mis diarios (eso que existía antes del blog). En esos años que siguieron a penas formó parte de la vida del niño; no venía nunca a sus funciones de la guardería o el cole; dar dinero ni lo menciono, adjudicarle unos días al mes era fastidiar a mi hijo y troncar sus ilusiones porque hasta que aprendí que eso no podía esperarlo de él, tuve que disculparle, mintiendo a mi niño una infinidad de ocasiones: "el papi no viene porque esta enfermo", "el papi no puede venir porque le ha salido trabajo".
Así que simplemente un día, dejé de decirle que tal día recogiera el niño y asumí que mi hijo era mío.
Sin embargo, cuando él tocaba fondo y necesitaba ayuda, parecía arrepentirse, se metía en un problema grave, etc...me buscaba, buscaba mi ayuda, el refugio de lo que fue, por u tiempo excaso, su familia y siempre nos encontró.
Al principio le disculpaba por la edad y me decía que en el fondo tenía derecho a seguir viviendo como lo que era, un adolescente. Después porque siempre fue mi amigo y a mí, particularmente a mí, nunca me falló, otra cosa es a nivel de padre, pero a mí, nunca me falló. Y porque es muy buena persona, ha sido, es y será pero esta perdido y nunca encontrará ya su camino.
Llevamos así desde hace 8 años; viene y se va, aparece y desaparace, de él no hay nada en la vida de mi hijo que no sean visitas a nuestra casa, le viene a ver aquí, juega con él un rato y se marcha. A veces lo recoge en el cole, han habido temporadas largas cumpliendo bien con su obligación y otras que simplemente, no estaba, nadie sabía donde se encontraba. Su hijo le tiene como un amigo pero no espera nada de él. Es un hombre más en su vida. Como mis amigos que cada uno de ellos a adquirido un rol en la vida del niño: "el tio de las consolas", "el tio de los juegos", el tio del skate", los amigos que hacen que su vacío, lo esté menos. Y mis padres, esos abuelos impecables. De los suyos mejor no hablar.
He estado a su lado cuando me ha necesitado, siempre, incluso cuando he estado en pareja durante casi 3 años, conviviendo con otro hombre, casi que ha tenido prioridad; durante ese tiempo mi pareja jugaba a fútbol con él y sus amigos, saliamos de fiesta juntos los tres, parecíamos un matrimonio a tres bandas; y puedo aseguraros que mi, entonces pareja, argentino de pura cepa, celoso de lo suyo y machista (sobre todo por el cambio cultural) eso no podía asimilarlo pero no le quedaba otra.
Cuando entró en proyecto Hombre fui acompañante, casi que se instaló en mi casa, fuimos juntos de vacaciones, TODO!!!!
Pero siempre ha vuelto a caer, nada de lo que hemos podido hacer los suyos o yo ha servido, pagarle deudas, su familia pedir créditos, ha robado a su hermana...no tiene remedio, los trabajos, re buenos puestos que siempre consigue en la banca, los pierde porque se pierde, le duran lo que dura su cordura laboral, unos escasos meses.
Así que intento asumir que jamás estará y nunca cambiará pero hay días, como hoy, que, porque he arrastado un ánimo de mierda, porque estoy de mala leche, porque sí sin más, no puedo tolerar su comportamiento y estallo.
Mañana mi hijo participará en el Campeonato Mundial de Pokemon (juego DSI, sí sí, vídeojuegos), ha venido a buscar al perro (Taco, un bulldog inglés que le regalé durante su paso por proyecto Hombre, ya que le pedían una responsabilidad y su sueño siempre fue tener un perro de esa raza...ahora lo compartimos más que al niño porque sus padres no lo quieren en casa y él ahora esta viviendo en casa de sus padre, no sé hasta cuando), ha venido tipo 19:30, ha jugado a la Play un par de partiditas, me ha hecho la bromita de que cenaría en mi restaurante, de la forma que le he contestado ha cambiado de idea, se ha sentado a ver tele y ha hecho tiempo a que le vienieran a recoger. Le ha deseado suerte en el campeonato al niño y ya...Y en ese momento he estallado, lo siento, no he podido controlarme.
Ni siquiera se ha dignado a decir si podía venir, de que hora a que hora era, nada!!
Y encima escucho sus conversaciones telefónicas diciendo que va aquí y allá; AAAAHHHHGGGGG COMO LE ODIO!!!!! se lo he dicho, le he dicho que impusiera él las reglas, que estaba hasta los huevos de que el niño fuera un entretenimiento para cuando él, no el niño, ÉL no tenía nada que hacer, que jamás anteponía lo de su hijo a nada, menos a la noche, menos durante el fin de semana; entre semana aún, mira ahora trabaja y viene un ratito por las tardes, pero el fin de semana!!???? NI SE TE OCURRA PEDÍRSELO.
Y bueno, así esta el patio con el padre de mi hijo; no os preocupéis puedo deciros desde ya como acabará la historia, desparecerá unos días para que se enfríe el tema y reaparecerá con bromitas y jilipoyeces cuando crea que se calmó la tormenta y yo, como en el fondo, me la suda, pues para mi también es como un saco de los de boxeo a los que golpeo para desestresarme, le dejaré hacer, como siempre. Hasta que me canse y eso sólo pasará cuando encuentre una pareja, ahora como en ocasiones me siento sola...ya me va bien.
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Lo intento pero me supera.
Intento hacer que no me afecte, que no me duela, que no me incomode, que no le envidie incluso, que no haga sentir impotente, que no me haga sentir que mi hijo no es lo primero pero...no puedo.
Lo siento, lo intento pero no puedo.
He vuetlo a discutir con el padre de mi hijo, es muy común entre nosotros.
Nos llevamos de maravilla, siempre que yo no critique, no juzgue, no pida, permita, me haga la roda, ciega y muda en lo que se refiere a su vida y la nuestra.
Nos separamos cuando el niño no había cumplido aún 2 años, quizás ni llegaba a los 18 meses.
La cosa ya se arrastraba, en ese momento tenía entre manos el juego y las drogas.
Yo era fiestera pero debí elegir y elegí a mi hijo. De igual modo cabe recalcar que era fiestera ocasional pero, nosotros, los fiesteros ocasionales, siempre corremos el riesgo de ir a más y en esas, nuestras fiestas ocasionales, no tenemos control porque las excusas del tipo "por una vez que salgo", "por una vez que tomo" "por una vez que....me lo merezco".
Pero él nunca pudo deshacerse de esas fiestas ocasionales, su cuerpo se lo pedí semana sí semana también y la semana que descansaba a la siguiente la fiesta duraba un día más. Y para poder mantener ese ritmo comenzó a vender y tener la merca en casa, me horrorizaba, solo pensaba en cuando el niño comenzará a gatear, caminar, tener curiosidad por abrir, mirar, probar....buf, ni de coña.
Además, se sumo las tragaperras que le llevaron a cger dinero de la cuenta conjunta y permitir que no llegáramos a fin de mes.
Tuvimos el niño jóvenes, él más que yo, yo me quedé embarazada con 22 y él tenía 17, por mucho que busque excusas para disculparme por haberme fijado en él diciendo que su entorno era de mi edad, su vida era más adulta que la mía, etc...la realidad es que pese a todo, seguía teniendo 17 años.
Así que lo dejé.
Durante los 3 siguientes años, creo recordar, tengo una memoria de elefante pero hay secuencias que me las resumo demasiado, pero vamos, si quisiera exactitud, sólo debería dirigirme a mis diarios (eso que existía antes del blog). En esos años que siguieron a penas formó parte de la vida del niño; no venía nunca a sus funciones de la guardería o el cole; dar dinero ni lo menciono, adjudicarle unos días al mes era fastidiar a mi hijo y troncar sus ilusiones porque hasta que aprendí que eso no podía esperarlo de él, tuve que disculparle, mintiendo a mi niño una infinidad de ocasiones: "el papi no viene porque esta enfermo", "el papi no puede venir porque le ha salido trabajo".
Así que simplemente un día, dejé de decirle que tal día recogiera el niño y asumí que mi hijo era mío.
Sin embargo, cuando él tocaba fondo y necesitaba ayuda, parecía arrepentirse, se metía en un problema grave, etc...me buscaba, buscaba mi ayuda, el refugio de lo que fue, por u tiempo excaso, su familia y siempre nos encontró.
Al principio le disculpaba por la edad y me decía que en el fondo tenía derecho a seguir viviendo como lo que era, un adolescente. Después porque siempre fue mi amigo y a mí, particularmente a mí, nunca me falló, otra cosa es a nivel de padre, pero a mí, nunca me falló. Y porque es muy buena persona, ha sido, es y será pero esta perdido y nunca encontrará ya su camino.
Llevamos así desde hace 8 años; viene y se va, aparece y desaparace, de él no hay nada en la vida de mi hijo que no sean visitas a nuestra casa, le viene a ver aquí, juega con él un rato y se marcha. A veces lo recoge en el cole, han habido temporadas largas cumpliendo bien con su obligación y otras que simplemente, no estaba, nadie sabía donde se encontraba. Su hijo le tiene como un amigo pero no espera nada de él. Es un hombre más en su vida. Como mis amigos que cada uno de ellos a adquirido un rol en la vida del niño: "el tio de las consolas", "el tio de los juegos", el tio del skate", los amigos que hacen que su vacío, lo esté menos. Y mis padres, esos abuelos impecables. De los suyos mejor no hablar.
He estado a su lado cuando me ha necesitado, siempre, incluso cuando he estado en pareja durante casi 3 años, conviviendo con otro hombre, casi que ha tenido prioridad; durante ese tiempo mi pareja jugaba a fútbol con él y sus amigos, saliamos de fiesta juntos los tres, parecíamos un matrimonio a tres bandas; y puedo aseguraros que mi, entonces pareja, argentino de pura cepa, celoso de lo suyo y machista (sobre todo por el cambio cultural) eso no podía asimilarlo pero no le quedaba otra.
Cuando entró en proyecto Hombre fui acompañante, casi que se instaló en mi casa, fuimos juntos de vacaciones, TODO!!!!
Pero siempre ha vuelto a caer, nada de lo que hemos podido hacer los suyos o yo ha servido, pagarle deudas, su familia pedir créditos, ha robado a su hermana...no tiene remedio, los trabajos, re buenos puestos que siempre consigue en la banca, los pierde porque se pierde, le duran lo que dura su cordura laboral, unos escasos meses.
Así que intento asumir que jamás estará y nunca cambiará pero hay días, como hoy, que, porque he arrastado un ánimo de mierda, porque estoy de mala leche, porque sí sin más, no puedo tolerar su comportamiento y estallo.
Mañana mi hijo participará en el Campeonato Mundial de Pokemon (juego DSI, sí sí, vídeojuegos), ha venido a buscar al perro (Taco, un bulldog inglés que le regalé durante su paso por proyecto Hombre, ya que le pedían una responsabilidad y su sueño siempre fue tener un perro de esa raza...ahora lo compartimos más que al niño porque sus padres no lo quieren en casa y él ahora esta viviendo en casa de sus padre, no sé hasta cuando), ha venido tipo 19:30, ha jugado a la Play un par de partiditas, me ha hecho la bromita de que cenaría en mi restaurante, de la forma que le he contestado ha cambiado de idea, se ha sentado a ver tele y ha hecho tiempo a que le vienieran a recoger. Le ha deseado suerte en el campeonato al niño y ya...Y en ese momento he estallado, lo siento, no he podido controlarme.
Ni siquiera se ha dignado a decir si podía venir, de que hora a que hora era, nada!!
Y encima escucho sus conversaciones telefónicas diciendo que va aquí y allá; AAAAHHHHGGGGG COMO LE ODIO!!!!! se lo he dicho, le he dicho que impusiera él las reglas, que estaba hasta los huevos de que el niño fuera un entretenimiento para cuando él, no el niño, ÉL no tenía nada que hacer, que jamás anteponía lo de su hijo a nada, menos a la noche, menos durante el fin de semana; entre semana aún, mira ahora trabaja y viene un ratito por las tardes, pero el fin de semana!!???? NI SE TE OCURRA PEDÍRSELO.
Y bueno, así esta el patio con el padre de mi hijo; no os preocupéis puedo deciros desde ya como acabará la historia, desparecerá unos días para que se enfríe el tema y reaparecerá con bromitas y jilipoyeces cuando crea que se calmó la tormenta y yo, como en el fondo, me la suda, pues para mi también es como un saco de los de boxeo a los que golpeo para desestresarme, le dejaré hacer, como siempre. Hasta que me canse y eso sólo pasará cuando encuentre una pareja, ahora como en ocasiones me siento sola...ya me va bien.