Creo que se porque no puedo echar de mi vida a Rober, creo.
No puedo verle sufrir, es superior a mi, me mata verle, sentirle triste, deprimido, mal en cualquier modo ya sea fisica, economica o animicamente. Es inviable que pueda superarlo nunca.
El sabado hable con el, ya volvia todo a la normalidad no me habia llamado antes porque no tenia saldo y bueno, el sabado le note decaido, muy decaido, me pregunto si me acordaba del ultimo dia que hablamos con su madre, la fecha, el dia de la semana, sabe que me acuerdo de detalles tontos y no tan tontos y si, me acuerdo, sobre todo porque fue la primera vez que hable personalmente y hablamos de todo y nada, me pregunto por mi hijo, quería saber si iriamos en navidades a verla para conocernos y me pregunto si cuidaria de su hijo, le dije que si, se lo prometi y ella dijo que estaba segura y que se quedaba tranquila, que veia a su hijo mejor q hacia demasiado tiempo; dos dias despues nos dejaba, tirandose de la planta 14 de su edificio, desde el balcon de su casa.
Ya sea por la promesa, ya sea porque he visto el desamparo retratado en su rostro, la impotencia, la tristeza, la indignacion, la rabia, la soledad, la inocencia, la necesidad, sea como sea, me es totalmente imposible ver a Rober sufrir; hice, hago y hare todo lo que pueda, siempre, para no permitir que decaiga, aun dejando de lado mis necesidades.
El es demasiado importante; no le quiero como antes, no es necesariamente imperioso que forme parte de mi dia a dia pero, le quiero mas de lo que siempre le he querido, de una manera mas real, menos obsesionada e innsana. Le quiero pero no le espero, aunque estar pendiente de el suponga verse cerrar tras de mi un monton de puertas.
He tratado de no sentirme afectada por sus etapas, sus problemas, sus estados animicos pero siempre termino ayudandole, ofreciendole lo que sea para que pase ese bache, incluso mi vida.
Mis alertas estan siempre activadas y le conozco tan bien, que da igual que, como, porque, en que momento le escuche contarme algo; da igual si da seniales de vida o no porque no ha habido un dia que sin escucharle haya sabido si las cosas no iban bien, de ser asi, siempre he sabido cuando podria recibir noticias; cuando he estado escuchando su voz, no ha hecho falta que me haga saber lo que pasa por su mente, aunque me este hablando del tiempo, su tono, su manera, el momento en el que elige hablar de ese tema, siempre se delata, aunque el no lo sepa.
Y es entonces cuando mis alarmas se disparan y no vuelven a apagarse hasta que no se, porque soy yo normalemente quien pone su empenio para que asi sea, hasta que no se que lo hemos vuelto a superar.
No puedo verle sufrir, no quiero, no se permitirlo, no lo permitire nunca en la medida de mis posibilidades.
No puedo verle sufrir, es superior a mi, me mata verle, sentirle triste, deprimido, mal en cualquier modo ya sea fisica, economica o animicamente. Es inviable que pueda superarlo nunca.
El sabado hable con el, ya volvia todo a la normalidad no me habia llamado antes porque no tenia saldo y bueno, el sabado le note decaido, muy decaido, me pregunto si me acordaba del ultimo dia que hablamos con su madre, la fecha, el dia de la semana, sabe que me acuerdo de detalles tontos y no tan tontos y si, me acuerdo, sobre todo porque fue la primera vez que hable personalmente y hablamos de todo y nada, me pregunto por mi hijo, quería saber si iriamos en navidades a verla para conocernos y me pregunto si cuidaria de su hijo, le dije que si, se lo prometi y ella dijo que estaba segura y que se quedaba tranquila, que veia a su hijo mejor q hacia demasiado tiempo; dos dias despues nos dejaba, tirandose de la planta 14 de su edificio, desde el balcon de su casa.
Ya sea por la promesa, ya sea porque he visto el desamparo retratado en su rostro, la impotencia, la tristeza, la indignacion, la rabia, la soledad, la inocencia, la necesidad, sea como sea, me es totalmente imposible ver a Rober sufrir; hice, hago y hare todo lo que pueda, siempre, para no permitir que decaiga, aun dejando de lado mis necesidades.
El es demasiado importante; no le quiero como antes, no es necesariamente imperioso que forme parte de mi dia a dia pero, le quiero mas de lo que siempre le he querido, de una manera mas real, menos obsesionada e innsana. Le quiero pero no le espero, aunque estar pendiente de el suponga verse cerrar tras de mi un monton de puertas.
He tratado de no sentirme afectada por sus etapas, sus problemas, sus estados animicos pero siempre termino ayudandole, ofreciendole lo que sea para que pase ese bache, incluso mi vida.
Mis alertas estan siempre activadas y le conozco tan bien, que da igual que, como, porque, en que momento le escuche contarme algo; da igual si da seniales de vida o no porque no ha habido un dia que sin escucharle haya sabido si las cosas no iban bien, de ser asi, siempre he sabido cuando podria recibir noticias; cuando he estado escuchando su voz, no ha hecho falta que me haga saber lo que pasa por su mente, aunque me este hablando del tiempo, su tono, su manera, el momento en el que elige hablar de ese tema, siempre se delata, aunque el no lo sepa.
Y es entonces cuando mis alarmas se disparan y no vuelven a apagarse hasta que no se, porque soy yo normalemente quien pone su empenio para que asi sea, hasta que no se que lo hemos vuelto a superar.
No puedo verle sufrir, no quiero, no se permitirlo, no lo permitire nunca en la medida de mis posibilidades.
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