LLEGADA AL PUNTO DE DESTINO

He dormido con él.

Ayer a las 10 p.m, embarcaba rumbo a sus brazos, me separaban 15 horas de viajes, diurnos! y cero nervios, cosa rara.

En el avión Bcn-Mad me quedé traspuesta, no me di ni cuenta. Al subir al siguiente, dirección Baires, también me quedé medio dormida la primera hora y poco más, comí y volví a desmayarme pero esta vez vez no duro demasiado. Ví la película (Australia, me esperaba bastante más la verdad).

El resto del viaje se me hizo bastante insoportable; me ví una película y media de mi ordenador (Cuestión de Honor, también me defraudó poco bastante y Sexo en Nueva York que me quedé en el plantón); desayuno o refrigerio que se yo qe era eso que nos dieron y a esperar...parecía que el tiempo no pasaba más, no llegábamos nunca!

Hasta que al final sí, tocamos tierra.

Cuando cogí mis maletas ya estaba algo nerviosa, más que nerviosa era una sensación de inseguridad, no sé, me sentía como que no estaba en mi mejor momento para gustarle, me entró pánico!

Salí, buscaba con media sonrisa pero no le ví, para no esperar con los nervios que ya sí estaban presentes decidí salir a fumar, para calmar la ansiedad y disimular mi histerismo...llamé a Mati y mientras hablaba y justo en ese momento se me acercó él: el amor de mi vida, el hombre que no olvido, la persona por quien daría mi vida.

UN saludo frío pero con una sonrisa de para en par los dos, medio abrazo y a recoger el coche, los siguiente minutos pasaron como si esa situación de estar juntos fuera de lo más normal, como si esos 14 meses sin vernos no hubieran ocurrido...pero sí han ocurrido.

Hotel, habitación, ducha y cama.
Nos estiramos como con medio, alargamos los brazos el hacia mi, yo hacia él, casi cabía una persona más entre nosotros jajaja.
Nos fuimos acercando, sus manos llegaron a mis pechos, una a una, despacio, me preguntó si estaba más tetona, puede ser jaja, me dijo que le hiciera cosquillitas y se puso de espaldas; ahí yo me trasladé a otro universo: mis manos iban muy despacio, recorría poro a poro su piel, hombros, cuello, brazos, la columna, espalda completa pero despacio, no quería que pasara ese momento. Le oservaba, miraba cada rincón de su cuerpo, de ese trocito que tenía ante mi. Se dió la vuelta; pechos, estomago, brazos...no lo resistí me dirigí a sus labios. Lentos, mis labios se acercaron a los suyos muy lentamente, abrí mi boca y la suya me acompaño, lentamente. Era como siempre recordaba, perfecto. Nuestras lenguas se reconocieron al isntante, fueron muy sensibles, muy discretas, muy sensibles, estuvieron rato largo recordándose, disfrutando del reencuentro. No podía dejar de besarle, me matan sus besos. Aún así, conseguí despegarme lo suficiente como para comenzarme a deslizar con mi boca hacia abajo por su cuerpo...hasta encontrar su sexo, al que le di la bienvenida muy a gusto...eso ya nos volvió locos a los dos y el amor y la delicadeza de un primer momento dejó paso a una pasión descontrolada, había prisa, lo queríamos todo.

No fue el mejor, en sentido puramente sexual, que he tenido con él pero, que tranquilidad y que amor más grande siento en mi cuando estando con él, de esta manera tan íntima siento que aún me desea, siento que aún le deseo. Estábamos rotos, nos dormimos.

La noche paso, me fui despertando, como descostumbre, pero esta vez le tenía al lado para mirarle y regodearme en mi sentimiento de orgullo, amor y fogosa tranquilidad de volverte a tener a mi lado, le abracé, le toqué, le sentí. Fui feliz. Muy feliz.

Se ha ido a trabajar a las 7:30, hemos desayunado a medias, juntos, luego me he ido al gim, me he duchado y ahora tou aki tecleando mis primeras horas a su lado.

Ahora, mientras espero a que vuelva, me tiraré a descansar, me vino un cansancio de golpe...el jet lag, imagino.

Seguiré contándoos como van nuestros días y si esta vez, por fin, no hay más despedidas eternas que nunca llegan a ser eso, pero si me rompen el alma por la espera que las acompañan.