QUERRÍA DESPEDIRME DE ÉL, NO SÉ SI SIGUE SIENDO EXCUSA

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Desde que deje de verle estando en su lugar, he querido escrbirle unas líneas de despedida pero no me salen, es decir, sé que quiero decirle pero no encuentro la manera.
Parece que tampoco tengo demasiadas ganas o, por decirlo de otra manera, no tengo prisa ninguna, cuando tenga que ser será, si es que llega a ser.

Quiero decirle que lamento terriblemente que viva con tanta bronca con el mundo; no tiene nada que ver la persona que hoy es, con la que yo conocí y de quien me enamoré.

Hubieron, a penas, dos asomos de que se relajaba, dos momentos en los que expresaba lo que sentía sin miedo a nada. La primera noche, cuando sexualmente nos reencontramos; fue, como siempre, indescriptible, por mucho que trate de trasladar a palabras lo que pasó, jamás me resulta sencillo, es más, jamás logro transmitir lo que realmente se siente, sentimos ambos, en esos momentos. Como la noche del 4 de Marzo de 2009; sexualmente hablando, si me preguntan si yo llegué al orgasmo no, tendría que decir sinceramente que no pero, el no saber como acercarnos, que excusa dar para acercar posiciones, quien debía dar esa excusa o primer paso..el segundo movimiento, menos avergonzados, pero, al menos yo, el pulso me traicionaba, no de nervios, de exaltación, de "magia"; recuerdo que fui yo quien me acerqué a su boca, aunque él estaba esperando ansioso; sin embargo nuestro primer roce fue lento, sentido, miedoso, queriendo parar el tiempo.
Sé que él sintió lo mismo, hay cosas que no pueden disimularse, hay cosas que no puede negarme, hay cosas que por mucho que quiera, no puede esconderme. Y me sinitó, tanto como yo le sentí a él; y le gustó, tanto como me gustó a mi; y aceptó el encuentro que deseaba tanto como lo deseaba yo; me quiso en ese momento, tanto como le quise yo.
Acabamos dejándonos llevar por la pasión, real, candente, loca.

Poco o nada más le ví, le sentí, excepto una nota que me dejó en la habitación cuando vino y no me encontró. En ella escribió sin pensar lo que sintió, no paró a mirar que decían sus palabras, fue natural, se dejó llevar y, es en esos momentos, cuando vuelvo a ver al amor de mi vida, es en esos momentos cuando sé que es él, es en esos momentos cuando no me arrepiento de haberle conocido, de haberle amado, de haberle luchado, hasta hoy.

En esa nota, respondía a una primera que le había dejado yo, en la que le pedía que escuchara 3 canciones. Su respuesta fue no me había encontrado, que escuchó los temas, muy buenas dijo y que le dijera a su vuelta, en que las asociaba con nosotros esas canciones y que volvía en nada, que iba a buscar lo nuestro de esa noche, me dejaba un beso y firmaba con su nombre.

Desde siempre nos hemos hablado con canciones, es fácil y a la vez díficl encontrar las palabras para cada momento sobre todo cuando no eres capaz de pronunciar ni un sólo sonido.

Los 3 temas era:
Manuel Carrasco: ¿Qué nos esta pasando?
Despistaos: Lo que hemos vivido
Despistaos: Hasta que pase la tormenta

La principal era la última. Aquí os dejo un vídeo de youtube con la canción mencionada.





¿Qué nos pasó?
Simplemente, la vida nos ha cambiado, él no será nunca más él y yo, no puedo querer a quien veo en él ahora; es egoista, es malo, vanidoso, un veneno hasta para él mismo; vive peleado con el mundo, la rabia que le quema por dentro no le deja vivir, disfrutar, querer y dejar ser amado; no puede ser natural pues está continuamente pensando más allá de el momento concreto, imaginando que le mienten, que quieren hacerle daño; está amargado, lamentablemente, morirá así.
Le ví sólo, con algunos "amigos" tan solitarios como él hoy pero que a medida que van haciendo sus vidas, le dajarán atrás, para continuar, crecer y madurar. Se quedará sólo porque él, no sabe ni puede querer, más que a sí mismo y aún así, tiene sus dudas.

Como le quise; aún le quiero cuando le veo. Esos dos momentos que le disfruté, las noches que me regaló, a penas 3 y no enteras, cuando lograba alcanzar el sueño y descansar en paz, le veía, era él, siempre él, el amor de mi vida. Poco descansaba igual, nunca le vi tan inquieto incluso dormido; que de mierda debe tener dentro...ya no es asunto mío. Así, no me importa nada, así, no le quiero nada, así, no me afecta, siendo como es ahora, no le conozco ni pretendo malgastar mi tiempo en conocerle; lo que fue, no volverá a serlo y mi recuerdo, perdurará en mi, mis esperanzas, han muerto con él.

Bajo el manto de la nieblaImage by Sergio Tudela via Flickr










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