Llegué hará 4 días ya, son las 4:16 de la madrugada, no logro conciliar el sueño. No por ti, pero tras vacilar desde antes de volverme, en escribirte y de hacerlo, qué decirte, ahora que me es imposible dormir y llevo varias noches con el mismo problema y, durante mis vigilias, pensando en lo sucedido, entre otras cosas, pues sin pensar abrí el mail y finalmente, aquí me tienes.
He escrito ya un par de veces de este viaje pero no te llegarán jamás mis palabras, no por que no te las envíe, simplemente porque están en mi blog y no me molestaré en pasártelo, me daría igual que lo encontraras pero vamos, no lo escribí solo y exclusivamente para ti, como estas frases. Y seguramente, lo que hoy diga será menos poético, menos sentimental y menos de todo, porque no me vale la pena que sepas más todos mis pensamientos. Te los resumiré de la mejor manera que sepa.
Al salir, te hice llegar un mail para que cuando nos viéramos lo tuvieras presente; en él te decía, entre muchas jilipoyeces, que pretendía valerme de este encuentro para conocerte de vuelta, para tratar de mirar hacia delante sin tener en cuenta todo lo pasado pero valorando que hace años que seguimos en el mismo camino y bla, bla, bla...
Bien pues, digamos que volví a conocerte y lo que eres ahora no lo quiero en mi vida.
No me gustas como persona, no te acepto como amigo, me defraudaste como hombre y como amante me decepcionaste.
Cuando todo pasó, al segundo día evidentemente una se dio cuenta de que pasaría, sin más, no me dolió.
Conocí por primera vez el significado de la expresión "sacarse un peso de encima"; gracias a tu comportamiento, nada nuevo, pero en esta ocasión, más efectivo, sé que no te tolero, no me afectas, no me resultas necesario, ni en mis más profundos recuerdos, sueños o esperanzas. No me dueles. Me das pena. Me da igual de ahora en más, lo que pase en tu vida.
Yo no te conozco.
Yo te conocí. Y no queda nada de el hombre que me enamoró.
No sé cuándo, ni cómo, ni en qué manera han podido afectarte tanto y a saber cuántas cosas para terminar siendo lo que yo he estado sufriendo estos últimos años y no quería ver.
Era tan fuerte el recuerdo de lo que viví junto a ti, era tan inmenso el deseo de recuperar aquello que tuvimos, que no me di cuenta de cuando te perdiste.
Sé que lo que tengo en mis memorias no fueron imaginaciones mías; si quisiera, podría retomar las esperanzas porque hubieron momentos, hubieron detalles, sucedieron pequeñas cosas, fragmentos de segundo, que me decían, que no lo soñé. Incluso creí llegar a estar contigo, con el que fuiste, sé que te tuve conmigo pero demasiado efímero fuer el instante como para perdurar y darme más alas.
Este viaje era un punto y seguido, un punto y a parte o un punto y final. Llegó. Todo acaba. Lo nuestro parecía interminable pero...todo acaba.
Recordaré nuestra historia como un amor de película y trataré de borrar estos últimos años en los que fuiste poco persona, poco humilde, poco de todo;
Me quedaré con lo que conocí, con lo que viví, me quedo con el recuerdo del Rober que amé, que estuvo conmigo, que vivió mi sueño, que me amó, el amor de mi vida; me quedó con lo ue fuiste y no volverás a aser más.
Tú no volverás a ser el mismo y tú presente, no va conmigo.
Borrarme de tu memoria sería un regalo, no creo que te merezcas ni los recuerdos.
Buena vida, decías; buena vida, te digo.
San
He escrito ya un par de veces de este viaje pero no te llegarán jamás mis palabras, no por que no te las envíe, simplemente porque están en mi blog y no me molestaré en pasártelo, me daría igual que lo encontraras pero vamos, no lo escribí solo y exclusivamente para ti, como estas frases. Y seguramente, lo que hoy diga será menos poético, menos sentimental y menos de todo, porque no me vale la pena que sepas más todos mis pensamientos. Te los resumiré de la mejor manera que sepa.
Al salir, te hice llegar un mail para que cuando nos viéramos lo tuvieras presente; en él te decía, entre muchas jilipoyeces, que pretendía valerme de este encuentro para conocerte de vuelta, para tratar de mirar hacia delante sin tener en cuenta todo lo pasado pero valorando que hace años que seguimos en el mismo camino y bla, bla, bla...
Bien pues, digamos que volví a conocerte y lo que eres ahora no lo quiero en mi vida.
No me gustas como persona, no te acepto como amigo, me defraudaste como hombre y como amante me decepcionaste.
Cuando todo pasó, al segundo día evidentemente una se dio cuenta de que pasaría, sin más, no me dolió.
Conocí por primera vez el significado de la expresión "sacarse un peso de encima"; gracias a tu comportamiento, nada nuevo, pero en esta ocasión, más efectivo, sé que no te tolero, no me afectas, no me resultas necesario, ni en mis más profundos recuerdos, sueños o esperanzas. No me dueles. Me das pena. Me da igual de ahora en más, lo que pase en tu vida.
Yo no te conozco.
Yo te conocí. Y no queda nada de el hombre que me enamoró.
No sé cuándo, ni cómo, ni en qué manera han podido afectarte tanto y a saber cuántas cosas para terminar siendo lo que yo he estado sufriendo estos últimos años y no quería ver.
Era tan fuerte el recuerdo de lo que viví junto a ti, era tan inmenso el deseo de recuperar aquello que tuvimos, que no me di cuenta de cuando te perdiste.
Sé que lo que tengo en mis memorias no fueron imaginaciones mías; si quisiera, podría retomar las esperanzas porque hubieron momentos, hubieron detalles, sucedieron pequeñas cosas, fragmentos de segundo, que me decían, que no lo soñé. Incluso creí llegar a estar contigo, con el que fuiste, sé que te tuve conmigo pero demasiado efímero fuer el instante como para perdurar y darme más alas.
Este viaje era un punto y seguido, un punto y a parte o un punto y final. Llegó. Todo acaba. Lo nuestro parecía interminable pero...todo acaba.
Recordaré nuestra historia como un amor de película y trataré de borrar estos últimos años en los que fuiste poco persona, poco humilde, poco de todo;
Me quedaré con lo que conocí, con lo que viví, me quedo con el recuerdo del Rober que amé, que estuvo conmigo, que vivió mi sueño, que me amó, el amor de mi vida; me quedó con lo ue fuiste y no volverás a aser más.
Tú no volverás a ser el mismo y tú presente, no va conmigo.
Borrarme de tu memoria sería un regalo, no creo que te merezcas ni los recuerdos.
Buena vida, decías; buena vida, te digo.
San
0 motivos para comentar:
Publicar un comentario
Tú opinión es importante para mi, gracias por darme parte de tu tiempo.