Llegué hace a penas un par de días, 3 para ser exactos. Hoy es domingo.
Los días han pasado mal...Marcos estaba enfermo y me fue a huevo para quedarme en casa con él; los dos primeros días dormí como na marmota, no podía levantarme, imagino que el jet lag, las fiestas, el cansancio, los nervios, todo, pasó factura.
Miles de historias que contar; ha sido un buen viaje se mire por donde se mire.
He cerrado puertas; he abierto nuevas; he apretado lazos; he hecho nuevas amistades; he afianzado viejas; me he sentido en casa, más en casa que en mi propia casa.
El motivo principal por el que viaje pasó a un cuarto, quinto, inexistente nivel a los 3 días. No me afectó demasiado, sólo en el viaje a Uruguay me dió por bajonearme y dedicarle mis últimas horas de melancolía, tristeza y desengaño. Duró poco, aunque siempre intenso.
El reecuentro, como ya conté, fue increíble, sin exageraciones, luego pasó a dejar controlarse de nuevo por el ser que le ha invadido y nada tiene que ver con la persona que conocí y me enamoró y ahí, desapareció todo, nosotros, él, yo, el pasado, el presente y, por supuesto, cualquier tipo de futuro.
Me cuesta retomar para salir en mi lugar adelante, son tan buenos siempre, los momentos, recuerdos, situaciones que vivo allí, que más que el corazón partido, tres cuartos lo tengo allí, aquí me duerme, y un cuarto, por mi hijo, esta donde siempre estubo.
Me voy a comer, luego más, vaya ahora que me había emocionado escribiendo....
Los días han pasado mal...Marcos estaba enfermo y me fue a huevo para quedarme en casa con él; los dos primeros días dormí como na marmota, no podía levantarme, imagino que el jet lag, las fiestas, el cansancio, los nervios, todo, pasó factura.
Miles de historias que contar; ha sido un buen viaje se mire por donde se mire.
He cerrado puertas; he abierto nuevas; he apretado lazos; he hecho nuevas amistades; he afianzado viejas; me he sentido en casa, más en casa que en mi propia casa.
El motivo principal por el que viaje pasó a un cuarto, quinto, inexistente nivel a los 3 días. No me afectó demasiado, sólo en el viaje a Uruguay me dió por bajonearme y dedicarle mis últimas horas de melancolía, tristeza y desengaño. Duró poco, aunque siempre intenso.
El reecuentro, como ya conté, fue increíble, sin exageraciones, luego pasó a dejar controlarse de nuevo por el ser que le ha invadido y nada tiene que ver con la persona que conocí y me enamoró y ahí, desapareció todo, nosotros, él, yo, el pasado, el presente y, por supuesto, cualquier tipo de futuro.
Me cuesta retomar para salir en mi lugar adelante, son tan buenos siempre, los momentos, recuerdos, situaciones que vivo allí, que más que el corazón partido, tres cuartos lo tengo allí, aquí me duerme, y un cuarto, por mi hijo, esta donde siempre estubo.
Me voy a comer, luego más, vaya ahora que me había emocionado escribiendo....
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